
Artículo original aquí
Borja Mollá les ha tendido una trampa a Unai Ibáñez y Galder Pérez. Sin que ellos lo supieran han caído en el monasterio de Silos. Una vez allí y haciéndose pasar por monjes, han intentado cantar en el coro. El abad del monasterio, indignado, los ha echado a patadas, por no ser capaces de entonar las canciones religiosas al estilo del portentoso hermano Braulio.
TEMAS RELACIONADOS